CONSEJO EDITORIAL

Hace un par de años, alguien, en el fondo de la Red de Redes, se marcó como meta ¿innovadora? el hacerse con el nombre, la cara, la firma y quizá el interés de una veintena de personajes conocidos de ambos sexos para que formasen parte del consejo editorial del medio en cuestión. Brindis al sol, en forma de megabits. ¿La intención? Ni buena ni mala, si exceptuamos la autovanidad de pasar por pioneros. ¿La declaración de intenciones? Una sarta de lugares comunes y de vaguedades, para aparentar sesudos y profesionalmente comprometidos con el medio. Hasta aquí, como que la cosa no dejaba de ser un intento de autopromoción. Santo y bueno. Nihil obstat... Nada que objetar, salvo --y no es objeción-- la constatación de un detalle: el número de los miembros del consejo editorial es superior al de los profesionales que trabajan en el grupo. ¡Glorioso!, dicho sea al forgiano modo.

Ningún medio de Internet se ha apuntado al jolgorio, pero, como siempre hay una primera vez, este blog, siguiendo la hasta ahora intransitada senda marcada por tan preclaros personajes, opta por tener, también, su consejo editorial. Este que viene a continuación.

Su Alteza Serenísima PELAGIO (Peque) VILARIÑO THOMAS
Príncipe y Margrave de la Humosa 
Presidente de Honor Perpetuo
Poseedor de múltiples saberes y habilidades. Versado en tácticas sociales. Fino olfato periodístico. Sus consejos son siempre apreciados.